Acto XII



Este acto compila cuentos para olvidar.
Para olvidar en los bares
Para olvidar en las bibliotecas
Para olvidar en los asientos de un colectivo
Para olvidar entre las hojas de los libros.
Cuentos para olvidar.
Cuentos que esperan, en el azar o el destino,
la mirada de un lector.
Cuentos encuentradores.


Universo Fabulario / Teatro de Cuentos

Acto XII: CUENTOS PARA OLVIDAR


ÍNDICE & PULGAR

Lector encuentado

Encruento
Un encuento nocturno
Nos están haciendo el cuento
Cuentos encuentradores
El cuento encuentado




LECTOR ENCUENTADO

Cuentan que cuentan que usted encuentra este cuento. Ahora lo está leyendo. En este momento lee que no todos los caminos conducen a Roma, que existen muchos caminos que nos alejan de ella. Ahora piensa que todo camino que conduce a un lugar también nos aleja del mismo. No es el camino, es la elección de los pasos. Por un instante desea abandonar la lectura.
Pero sigue. Dicen que dicen que ahora recuerda un sueño que no ha soñado. Sueña que nunca sueña que las historias le salen por la boca, por los ojos, por las manos y se le van, se le escapan y las nombra y las mira irse y ahoga los dedos en una hoja de papel para intentar retenerlas. Se despierta cuando la semilla activa sus porfías y se hace sol para sacarle a la tierra del lenguaje una nueva voz. Y entonces todo empieza antes de abrir la boca. Descubre eso, que habló sin abrir la boca. Y cree que esto no es un cuento porque no ha pasado nada. Pero intuye que algo ocurre. Su próximo paso, sea cual fuere, será determinado por este cuento. Lo que haga, destruirlo, guardarlo u olvidarlo, lo hará en este relato. Por eso este cuento ha ordenado, de modo irreversible, el instante futuro de su vida.

Y sabe que, en algún lugar, ya se ha escrito lo que está por hacer.






ENCRUENTO

Hemos escrito un cuento que comienza con estas palabras: “Hemos escrito un cuento que comienza con estas palabras”.
Nos empeñamos en ser parte del tiempo que aún no fue. Salimos a la calle. Llegamos a este lugar y, con premeditada intención, “olvidamos” el cuento.
Entonces, los pájaros están.

Piense acerca del trabajo que se ha tomado alguien para olvidar un cuento en este lugar. Este cuento, el mismo que ahora está bajo la luz de sus ojos.
Puede, ahora, iniciar el cruento placer de destruirlo.
Es probable que no lleguemos a narrar su historia.
El cuento podría concluir en este punto.
Entonces, los pájaros están para disimular las jaulas.

Pero también puede, ahora, continuar el relato.
Hay un lugar que se empeña en ser la llave del tiempo que aún no fue.
El cuento podría continuar más allá de este punto.
Entonces, los pájaros están para disimular las jaulas que nos encierran.

Sea la llave.








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EL ACTO COMPLETO PUEDE SOLICITARSE A

UniF

u n i v e r s o f a b u l a r i o





...entonces cae la taza que fuera lanzada al cielo para crear el tiempo de esta historia; el fabulero la duerme en la palma de su mano, saluda ceremonialmente y se hunde en los caminos del desierto buscando un pueblo nuevo, un sueño viejo y los ecos de su sombra vivitante …
mientras la eternidad eterne.