Acto XIX


He conocido lo que ignoran
los críticos literarios y los profetas: la palabra.
Pero, al igual que ellos,
sólo he dicho estupideces.


Universo Fabulario / Teatro de Cuentos
Acto XIX: DEL OTRO LADO ES LO MISMO





ÍNDICE & PULGAR

Una bala
Limbo
Mediodía
Conjeturas
Retrato de una gaviota
Desde lejos
De los cuentos
De oficios y de cuentos
Diálogo sobre los sistemas máximos
Del otro lado es lo mismo







UNA BALA


En cuanto a ustedes, señores jueces, es necesario
que enfrenten a la muerte con buenas esperanzas (*)


En la madrugada del 14 de octubre de 1995 el asesino inconcluso dispara su arma. La bala se hunde en el espacio de los años siguiendo el rastro de una víctima.
Mientras el proyectil dilate juicios y condenas, el tirador será inocente. Algunos conocedores del acto suponen que el homicida morirá antes que el plomo alcance su destino. Si esto ocurre, él dejará este mundo siendo, apenas, un ignoto escritor de fábulas.
El proyectil ha recorrido, por largos años, la dimensión de los relatos.
Ahora, si usted levanta la vista observará el destello, luego escuchará el estruendo; entonces la bala se incrustará en su cabeza y este cuento llegará a su fin.
(A menos que no crea en la verdad que enuncian las ficciones o que jamás despegue los ojos de este punto.)








LIMBO


si es que las cosas que se cuentan son ciertas.


Hablan los corderos del rebaño: Ayer, en el Vaticano, han decretado la extinción del limbo, hoy no hay más cielo, mañana ya no habrá Dios.
Al final, sólo quedarán iglesias en el mundo.









DE LOS CUENTOS


Me ha sucedido, señores jueces,
pues a ustedes los puedo llamar jueces de verdad,
algo maravilloso.


Dicen que a veces, un escritor de cuentos se sienta frente a ustedes para contar un cuento.
Mientras ustedes observan el límite de las palabras, el escritor de cuentos mira el mundo que hay detrás de sus espaldas.
Contempla el mundo que existe a sus espaldas y se los cuenta.
Pero miente.

Les miente porque dice que a sus espaldas Dios cierra los ojos, pide tres deseos y entonces en el Vaticano una vela se apaga y entonces una mujer se desnuda en las aguas del Mar Muerto y entonces se corta la cuerda de un violín en Melincué.

Les miente porque dice que a sus espaldas cinco mujeres pierden el rumbo y entonces giran locas las veletas y entonces las raíces del bosque clavan sus dientes en las nubes y entonces por los caminos del aire la brújula de una estrella naufraga.

Les miente porque dice que a sus espaldas pasan árboles huyendo de la tierra como camalotes del aire y entonces los peces y los pájaros confunden raíces con redes.

Les miente porque dice que a sus espaldas los cazadores de mariposas de Pekín pierden la vista y entonces aumenta el número de tornados y tifones en el mundo.

El escritor de cuentos sabe que miente. Pero ustedes creen en sus palabras.
Ustedes creen porque ven, a espaldas del escritor de cuentos, todas las cosas que el cuento cuenta.
El escritor de cuentos nunca las ve y entonces es el único que cree, eternamente, que los cuentos mienten.







DIÁLOGO SOBRE LOS SISTEMAS MÁXIMOS


En cuanto a los que han votado por mi absolución,
con mucho gusto dialogaría acerca de lo que ha acontecido


SALVIATI. En el terreno de las conjeturas y del azar suelo exponer, Señores Venecianos, la siguiente cuestión: Si esta tarde, en horas previas al reposo, un ignoto cuerpo celeste colisiona con este mundo que habitamos ¿de qué estaremos hablando mañana?

SIMPLICIO. Sé con certeza, querido amigo, cuál sería ese diálogo. Mas no me perturba el futuro sino el presente.

SALVIATI. ¿Por qué lo dice?

SIMPLICIO. La colisión fue ayer.










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(*) Todos los epígrafes, excepto en “Del otro lado es lo mismo”, fueron tomados de: PLATÓN. Apología de Sócrates. La muerte como bien. Buenos Aires: EUDEBA. 1971.





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EL ACTO COMPLETO PUEDE SOLICITARSE A

UniF

u n i v e r s o f a b u l a r i o







...entonces cae la taza que fuera lanzada al cielo para crear el tiempo de esta historia; el fabulero la duerme en la palma de su mano, saluda ceremonialmente y se hunde en los caminos del desierto buscando un pueblo nuevo, un sueño viejo y los ecos de su sombra vivitante …
mientras la eternidad eterne.