Acto XVIII



El misterio inicial que concurre en todo viaje es:
¿Cómo fue que el viajero llegó a su punto de partida?
(Louise Bogan, citado por Lawrence Krauss en "Miedo a la física")


Recorrí 360 000 km para ver la luna…
y era la tierra lo que realmente valía la pena mirar
(Spike Tiggler, citado por Julian Barnes en "Proyecto Ararat")


Reescribir, ¿es plagiar?
Reactivar una semilla, ¿es un milagro?


Universo Fabulario / Teatro de Cuentos

Acto XVIII: ÉXODOS MASIVOS ALREDEDOR DE UNO MISMO


ÍNDICE & PULGAR

Trenes suicidas en los barrios bajos
Cansancio de los muelles
La cima de los montes
Espalda de colores negros
Santa Cultura Accidental
Semillas
Perdiendo el sentido
Escritores de Obnúbila
Efecto Mariposa
Xuma de tiempo
Veinte epígrafes, tallados en las ramas de un bosque de figuras de Lichtenberg, que pueden observarse detrás de mi oreja derecha cuando el viento sopla desde el río, que esperan futuros cuentos que nunca voy a escribir




TRENES SUICIDAS
EN LOS BARRIOS BAJOS



(La foto de una rosa clava espinas en mis ojos. La mirada sangra los pasos de un recuerdo por un jardín de frescas sombras, de aromas domésticos, de senderos como rieles que se hunden más allá de madreselvas y paraísos.)


En las afueras de Moscú el niño que será mi abuelo mira pasar un tren.

Después, el niño que será mi abuelo, corta una rosa en el jardín de su madre y sigue camino hasta el río.
Tira la rosa al río. En Lituania, su mujer ha nacido ese día.

En Rosario, muchos años después, mi abuelo corta una nueva rosa del jardín de su esposa y sigue camino hasta el río.
Tira la rosa al río. Su hija mayor me ha parido ese día.

Ahora, en las afueras de Rosario, ciudad de la rosa y del río, miro pasar un tren.

Mi abuelo, allá en algún remanso de la muerte que hoy habita, ha olvidado estos sucesos de azares invisibles.
Yo, que miro el tren, nunca conocí la historia que estoy contando.
Seco de savias y de barrancas, espero una señal de lluvia en los desiertos del mundo.

Entonces, mis nietos dudan entre nacer algún día o dejar que me tire bajo el cauce de las ruedas de este tren que pasa.



En unos años, Rosario, la menor de mis hijas, estará abriendo sus regalos de Navidad: una rosa que resiste en las cornisas, un río que no se ahoga en la tierra del tiempo y este relato que cuenta la lluvia de un día en los desiertos del mundo.








PERDIENDO EL SENTIDO


(Los cinco sentidos son más de veinte.)


Todo puede pasar si, al pasar, alguien mira. El perro rastreador del manicomio pierde el olfato para aliarse a los locos que se evaden en las noches de luna llena. Idéntica audacia asume el perro de la División Antinarcóticos y se hace adicto al polvo de perra.

Todo puede pasar si, al pasar, alguien mira. Cuando se duermen, los relojes del Camino de las Ánimas pierden el sentido de giro.

Todo puede pasar si, al pasar, alguien mira. Al perder su gusto la manzana, Eva se vuelve antropófaga y es expulsada del paraíso.

Todo puede pasar si, al pasar, alguien mira. La bicicleta que cruza por el cable de acero en el Circo de Melincué se oculta, desde hace días, en la jaula de los leones. "Ha perdido el sentido de equilibrio", comenta un trujamán de gran chistera, "ve llegar a los trapecistas y aúlla, le tiembla el manubrio, un sudor frío corre por sus ruedas". "Mejor sería sacrificarla, así deja de sufrir", señala el lanzador de cuchillos. "O dársela al panadero del pueblo para que haga los repartos" apela, piadosa, la mujer barbuda.

Todo puede pasar si, al pasar, alguien mira. Cuando los cazadores de mariposas de Pekín pierden la vista aumenta el número de tornados y tifones en el mundo.

Todo puede pasar si, al pasar, alguien mira. Cuando las viudas terminan de enterrar a sus difuntos suelen perder el sentido pésame entre los pastizales del cementerio.

Todo puede pasar si, al pasar, alguien mira. Grito el nombre de mi alma por los techos de la ciudad dormida. Nadie responde a mi llamado. En los abismos de este cielo hasta el eco ha perdido el oído.

Todo puede pasar si, al pasar, alguien mira. Los ángeles y las prostitutas de Obnúbila han perdido su sexo sentido.

Todo puede pasar si, al pasar, alguien mira. Los mimos pierden el tacto cuando quieren seducir a una mujer por teléfono.

Todo puede pasar si, al pasar, alguien mira. Después, todas las cosas dejarán de ser. Yo lo he visto. Ya lo he visto.






EFECTO MARIPOSA


Los Servicios Meteorológicos de la Inteligencia Democrática descargan toneladas de plaguicida sobre Oriente.
Ya no hay mariposas aleteando en Pekín.
Igual continúan los tornados en Texas y oscuras sombras de acero siguen desgarrando recuerdos en el cielo de Nueva York.
Pero ya no hay mariposas aleteando en Pekín.
“Nunca hubo mariposas en Pekín” dicen los cronistas de Oriente.








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EL ACTO COMPLETO PUEDE SOLICITARSE A

UniF

u n i v e r s o f a b u l a r i o







...entonces cae la taza que fuera lanzada al cielo para crear el tiempo de esta historia; el fabulero la duerme en la palma de su mano, saluda ceremonialmente y se hunde en los caminos del desierto buscando un pueblo nuevo, un sueño viejo y los ecos de su sombra vivitante …
mientras la eternidad eterne.